Más de dos años re-korriendo caminos
2:14 p.m.
Por Martha Corcho Ramos.
En medio de tinguas bogotanas, pico
amarillo y pico rojo, de patos turrios y canadienses, de colibríes, chorlos
patiamarillos, garzas y un abundante número de especies de fauna y flora, en el
humedal La Conejera, una mañana, hace casi tres años, nació la idea de crear un
grupo de caminantes propio.
Aunque se planearon muchos aspectos
para ponerle ruedas a este proyecto, incluso la persona que estaría a cargo, en
ese momento el asunto parecía no ir más allá de una simple idea, de esas que
nacen en medio de las emociones que produce un ecosistema tan diverso como este.
No obstante, en poco tiempo se materializó, se convirtió en realidad.
Pero la historia de este sueño se remonta
a un tiempo atrás, cuando, en compañía del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural,
en el 2011 un grupo de personas empezamos a caminar por los humedales y zonas
patrimoniales de la ciudad.
Cada sábado o domingo, bajo la
orientación y guianza de nuestro compañero y amigo Giovany Alfonso, nos
encontrábamos en un punto distinto de la capital para disfrutar de una nueva
maravilla de la naturaleza, una obra patrimonial o con significado histórico. El
Jaboque, Santa María del Lago, Juan Amarillo, Capellanía, Córdoba, Salitre,
Tibanica y, por supuesto, La Conejera hicieron parte de la lista de humedales;
la Quinta de Bolívar, la antigua casa de Manuelita Sáenz (hoy Museo de Trajes
Regionales), la casa del virrey Sámano (hoy Museo de Bogotá), entre otros
lugares históricos; así como quebradas, ríos, reservas naturales y parques
ambientales se encuentran entre los muchos lugares que visitamos en casi un año;
no obstante, con el inicio del 2012 comenzó una nueva administración en el
Instituto y un cambio en las políticas, por lo cual no hubo más caminatas.
Fue así como decidimos comenzar a
caminar sin respaldo institucional, por nuestra propia cuenta, y qué mejor
oportunidad que mirar un poco más allá. Entonces empezamos a andar por
diferentes zonas y pueblos de Cundinamarca. Cada 8 o 15 días emprendíamos
camino hacia una zona distinta. Senderos, cascadas, caminos naturales, caminos de
mulas, montañas, cerros, cordilleras, bosques, páramos, lagunas, lagos
empezaron a formar parte de la lista de nuevos sitios recorridos, ya fuera solos,
como un simple grupo de personas interesados en caminar por nuestra geografía, o
en compañía de otros grupos como Patialegres, Nativo Caminante, Anda y Vive,
Aire Puro, Amigos de la Montaña.
Pero no bastaba con caminar y caminar.
Había que darle algún tipo de organización al asunto. De esta manera, aquella
mañana del 3 de marzo del 2013 en La Conejera empezó a tomar forma el grupo
Re-Korridos; así, con guion y con k por aquello de la cuestión publicitaria
y por tratar de crear una marca. Sin embargo, no se trataba solo de tener un
grupo de caminantes; no, el asunto iba más allá. Por eso se pensó en una página
electrónica donde se pudieran anunciar las caminatas del grupo y de otros
caminantes, así como otras actividades y eventos culturales de interés para
todos; dar a conocer las fotografías de las caminatas e información relacionada
con el tema.
Y en efecto, nuestro comunity manager, Javier Ramírez, ha
estado al frente de esta administrándola, alimentándola de información útil
para beneficio de todos los caminantes,
y controlando que los comentarios que escriban los lectores sean
propositivos, pues de lo que se trata es de construir, no de destruir.
Hoy, dos años y 8 meses después,
Re-Korridos ha hecho más de 100 caminatas por distintas zonas de Cundinamarca
y, con toda seguridad, vendrán muchas más, pues la geografía de este
departamento y del país nos espera con su variado relieve, sus diversos pisos
térmicos y toda la riqueza natural con la que Dios la premió.
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